La gabardina, prenda icónica de todos los tiempos

La gabardina Zeitgeist

Una de las prendas icónicas del siglo XX es la gabardina. ¿Quién puede olvidar la escena icónica del final de Desayuno en Tiffanys, cuando Audrey Hepburn y George Peppard se besan bajo la lluvia? ¿O Humphrey Bogart en Casablanca, justo antes de que Ingrid Bergman lo deje para siempre? Escenas clásicas del cine, y además cuentan con una de las prendas más icónicas de todos los tiempos: la gabardina. Gracias a los archivos de la moda del Instituto Zeitgeist por compartirnos la historia de este abrigo que siempre está presente.

 

Existen dos historias de cómo surgió; primero, Thomas Burberry patentó lo que se considera el precursor de la gabardina, el tielocken, en 1912, después de desarrollar su tejido: la sarga dura y resistente al agua llamada gabardina, en 1879. Y segundo, la compañía Aquascutum desarrolló por primera vez un abrigo repelente al agua en la década de 1850. Las primeras prendas vieron la luz en 1895 durante la Guerra Boer.

 

En la Primera Guerra Mundial, los oficiales, adoptaron lo que se denominó “la gabardina” después de que los gruesos abrigos de lana que usaban originalmente en las trincheras se volvieron demasiado pesados. La gabardina, resistentes al agua, fueron adaptados para el ejército con charreteras que mostrarían el rango de un oficial; una solapa para una pistola que descansaría sobre la parte delantera del hombro derecho, a la vez que es lo suficientemente corta como para evitar arrastrarla por el lodo. Los abrigos se convirtieron en un éxito no solo para los oficiales sino también para los civiles, quienes los adoptaron por su estilo patriótico y la solidaridad que mostraron con los militares.

 

Cuando terminó la guerra, la popularidad de los abrigos se mantuvo intacta: los oficiales todavía los usaban y fueron usados nuevamente en la Segunda Guerra Mundial. La gabardina también se hizo popular para las mujeres después de la guerra, en la década de 1960 y en la actualidad. Fue usada por Marilyn Monroe y Brigitte Bardot en 1962. Yves Saint Laurent reutilizó el abrigo para Catherine Deneuve en la Belle de Jour de 1967.

 

A lo largo de su vida, la gabardina ha visto todo, desde batallas hasta pistas, bayonetas y blogs de moda, a pesar de nuestra constante evolución de estilo, la gabardina sigue siendo un clásico por el que nunca dejaremos de luchar.